Muchos enfermeros salen huyendo de Mallorca por el altísimo coste de la vida.
Ya hay consecuencias directas: faltan más de 200 enfermeras para este verano en Baleares, según el sindicato SATSE. Un sistema saturado, no ya por la avalancha de turistas en verano, sino por la imposibilidad de cubrir turnos de vacaciones con sustitutos. Alejandro, enfermero, viene de Granada y lleva un mes y medio en Mallorca buscando vivienda. Piden por un piso de una habitación 1.200 euros o por un estudio 800 euros. Unos precios que acaban expulsando a los sanitarios de las Islas Baleares.